lunes, 5 de mayo de 2014

El mago de Oz, un clásico de la literatura y del cine

Este  2014 se cumplen 75 años de la aparición de la cinta “El Mago de Oz”, basada en el libro de L.F. Baum “El maravilloso Mago de Oz”, aquí una recopilación de algunos datos curiosos sobre la película y el libro, que quizás no conocías.




1.    El certificado de Defunción del Coronel  Cuando el Coronel Munchkin pronuncia que la Bruja Mala del Este está muerta, muestra el certificado de defunción oficial  con fecha del 06 de mayo 1938 - exactamente 19 años después de que L. Frank Baum, autor del libro El Mago de Oz falleciera.

2.    El Munchkin suicida. El mago de Oz nunca fue concebido para jugar en una pantalla tan pequeña como un aparato de televisión, por lo que ha creado confusión  el movimiento inusual en el fondo cuando se ve en una escena a Dorothy saltando con el Espantapájaros y el Hombre de Hojalata. Una leyenda urbana dice que es un suicidio de un Munchkin que quedó grabado  en la película. En realidad, el movimiento es la de una gran cigüeña que reacciona desplegando sus alas a la defensiva: https://www.youtube.com/watch?v=P8YVeMwhDNI

3.    El suicidio real. Clara Bandick, actriz que personificó a la Tía Em, se suicido en 1962. La nota que dejó comenzaba con la frase “Estoy a punto de comenzar la gran aventura”.

4.    El paraguas de la Srta. Gulch. Cuando la Señorita Gulch se detiene en la casa de Dorothy, se puede ver un paraguas atado a la parte delantera de su bicicleta. Esta es una alusión sobre  la alergia al agua de su alter ego en Oz, la Bruja Malvada del Oeste. En el libro original de L. Frank Baum, la bruja lleva un paraguas, no una escoba.

5.    Los zapatos de Dorothy
En el libro, los zapatos de Dorothy eran de color plata, sin embargo, en la película se decidió que serían de color rubí para así aprovechar el nuevo proceso de Technicolor, que hacía pocos años que se había implantado en el cine.

6.    Las actrices en las que la Metro pensó para el papel de Dorothy
 Judy Garland no fue la primera actriz en la que la Metro Goldwin Mayer pensó para encarnar a Dorothy. La gran productora quería a algunas de las niñas más famosas de Hollywood de la época, como Shirley Temple y Deanna Durbin Sin embargo, ambas tenían firmados contratos con Universal y Fox respectivamente lo que les impidió hacer el papel de Dorothy.

7.    El traje de León hecho de León.
Más de 50 kilos pesaba el traje que tuvo que llevar Bert Lahr, intérprete de León Cobarde. Además, estaba realizado con auténtico pelo de león. Su extravagante aspecto causó que, en los descansos de rodaje, tuviera que comer en los vestuarios para no asustar a la gente que se encontraba en la cafetería de la Metro Goldwyn Mayer.

 

8.    Los problemas con el maquillaje de Hombre de hojalata
Buddy Ebsen  iba a ser el actor que encarnara a El Hombre de hojalata y, de hecho, llegó a comenzar el rodaje y a grabar las canciones que interpretaría en la película. Sin embargo, el maquillaje usado para transformarse en su personaje le ocasionó una grave reacción alérgica que requirió incluso de hospitalización. Finalmente, tuvo que abandonar el rodaje y el equipo eligió Jack Haley.

9.    Más problemas con el maquillaje.  El maquillaje de la Malvada bruja era tóxico, por lo que Margaret Hamilton llevó una dieta líquida para evitar una ingesta accidental. Su rostro permaneció verde durante semanas después del rodaje debido a la pintura con plomo.

10.  La superestrella Totó
El adorable perro de Dorothy, Totó, en realidad era hembra. Y  ya era una estrella de cine, puesto que se había colocado delante de las cámaras hasta en seis ocasiones. Su nombre original era Terry pero el éxito del personaje hizo que adquiriera el mismo nombre que en la película. Continuó su carrera en el séptimo arte y participó en otras siete películas hasta su fallecimiento en 1945.

 

11. La malvada Bruja del Oeste
Tan malvada y terrorífica era la Bruja del Oeste, que interpretaba la actriz Margaret Hamilton, que los ejecutivos de la Metro Goldwyn Mayer decidieron suprimir algunas escenas de la película por considerarlas demasiado inapropiadas para los niños.


12.   Un abrigo original. El abrigo que usa El mago de Oz, se creía, era de segunda mano, poco después se descubrió que perteneció a L. Frank Baum, autor del libro.